Ir a Antigua descoloca a cualquier viajero que provenga de casi cualquier otro punto de la geografía guatemalteca: arquitectura colonial, bares con estilo, mil tiendas, mil flamantes carros, cafeterías regentadas por gringos, perros con collar y correa, mercados de artesanía, completas librerías, toda suerte de hostales y farmacias.
En Antigua me cuesta generar sentimientos positivos. Son muchas las sensaciones contradictorias. Todo está enfocado al turista. Se trata de una burbuja de "felicidad", consumismo, buen rollito.
Se puede disfrutar de buena música en directo acompañado de una bebida en un entorno agradable si uno es capaz de desconectar del pase de fotografías almacenadas en la memoria más reciente. Pero cuesta.
Encontré varias cosas positivas:
- Un personaje interesante de quien aprender acerca de la realidad literaria, histórica, social y política chapina.
- Un buen concierto de música gringa (Café No sé).
- Un puesto de instrumentos musicales de calidad (quenas, ocarinas, zampoñas...).
- Y un inesperado encuentro con una persona admirable por su labor social y profesional: James Rodríguez (¡pedazo de fotógrafo!). Gracias a él visitamos una exposición sobre los Desaparecidos en el Centro de Cooperación Española.
Luego, más tarde de lo previsto, volvimos a Santiago. Mucha lluvia y niebla en la oscuridad de la carretera. Parada para que el estómago deje de rugir en Patulul. Hay fiestas. En el escenario una orquesta verbenera pero nadie baila. ¿Será la lluvia o será que aquí nunca bailan?
Aquí, ya en Santiago, la lluvia no cesa. Me dicen que 12 personas de una misma familia han muerto en la zona más pobre de Zacapa por un alud. Inevitablemente pensamos en las cientos de familias que aún viven en los albergues provisionales de Panabaj tres años después del Stan.
En Antigua me cuesta generar sentimientos positivos. Son muchas las sensaciones contradictorias. Todo está enfocado al turista. Se trata de una burbuja de "felicidad", consumismo, buen rollito.
Se puede disfrutar de buena música en directo acompañado de una bebida en un entorno agradable si uno es capaz de desconectar del pase de fotografías almacenadas en la memoria más reciente. Pero cuesta.
Encontré varias cosas positivas:
- Un personaje interesante de quien aprender acerca de la realidad literaria, histórica, social y política chapina.
- Un buen concierto de música gringa (Café No sé).
- Un puesto de instrumentos musicales de calidad (quenas, ocarinas, zampoñas...).
- Y un inesperado encuentro con una persona admirable por su labor social y profesional: James Rodríguez (¡pedazo de fotógrafo!). Gracias a él visitamos una exposición sobre los Desaparecidos en el Centro de Cooperación Española.
Luego, más tarde de lo previsto, volvimos a Santiago. Mucha lluvia y niebla en la oscuridad de la carretera. Parada para que el estómago deje de rugir en Patulul. Hay fiestas. En el escenario una orquesta verbenera pero nadie baila. ¿Será la lluvia o será que aquí nunca bailan?
Aquí, ya en Santiago, la lluvia no cesa. Me dicen que 12 personas de una misma familia han muerto en la zona más pobre de Zacapa por un alud. Inevitablemente pensamos en las cientos de familias que aún viven en los albergues provisionales de Panabaj tres años después del Stan.
4 comentarios:
Oye, y no olvides que las fotos que están muy bien y son muy ilustrativas. Pocas pero buenas, como debe ser. Así, para que a uno le hagas buscar mas informacion y desear conocer lo que cuentas en directo.
Oye, es cierto que las fotos las agradecemos muchos los que seguimos tu experiencia en Guatemala.
Un abrazo fuerte!
gracias, carlos por tu comentario y por aparecer de nuevo por la blogosfera... Eso es bueno, generar curiosidad.
llamado... imposible encontrarte si no te conectas o me dices cuándo. ;-)
el albergue sigue igual,igual? hay algun proyecto proximo para darle casas a la gente?
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