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miércoles, 28 de octubre de 2009

Viaje a Palestina. Día 8. Jenín (La III Intifada será cultural)

Estatua hecha con restos de vehículos militares israelíes

Este estatua está confeccionada con restos de vehículos militares israelíes (Jenín)

En Jenín, una ciudad mucho más cercana a la Palestina tradicional que la capitalina y onegera Ramallah, nos recibieron activistas locales de Hakoura (Casa de asociaciones de Jenin), financiada por la cooperación francesa y volcada en la formación, el turismo político y el comercio justo. Después de visitar el casco antiguo de la ciudad, repleto de fotos de mártires (sólo en la II Intifada Jenín tuvo 720 muertos) nos entrevistamos con el primer y único político de todo el viaje: el gobernador de la provincia, Qadoura Moussa, de Fatah.

Gobernador de Jenín

Moussa hizo un repaso por la situación académica, sanitaria, económica, de empleo y política; por las consecuencias de la existencia del muro, que les afecta desde la frontera jordana hasta Turkarem y  excluye a 5.700 habitantes de casi todo por haber quedado al otro lado y necesitar permisos hasta para trabajar en sus olivares. Antes del muro 23.000 ciudadanos de Jenín trabajaban en Israel; ahora tan sólo 1.500. El desempleo es superior al 50% y, además, tienen a su alrededor 9 asentamientos. “No somos asesinos, queremos libertad”. ”Vosotros sois mensajeros de la paz, no olvidéis a los palestinos.” “Todo el mundo disfruta del petróleo árabe pero aquí los niños pasan calor en verano y frío en invierno”, son algunas de las frases salidas de la boca de Moussa. En cuanto a la pregunta sobre la solución al “conflicto” dijo: “Por derecho deberían haber dos estados”, pero no mostró inconveniente en la solución de un único estado con “libertad y paz para todos.” “La pelota está en el tejado israelí”.

Campo de refugiados de JenínLos campos de refugiados son los lugares más representativos de las flagrantes injusticias que sufre el pueblo palestino como castigo colectivo por habitar una tierra codiciada por otros. No sólo el hacinamiento y la falta de servicios, como el de recogida de basura, son terribles para llevar una vida medianamente digna, sino también el terror provocado por el asedio, los bombardeos y las casas destruidas durante la II Intifada o las continuas entradas nocturnas de militares en busca de “supuestos terroristas”. La asociación Not to for get que trabaja con niñ@s de los campos de refugiados, nos recibió con una representación infantil y sus esforzadas trabajadoras y voluntarias, jóvenes algunas de ellas que habían abandonado sus cómodas vidas en países como Bélgica para luchar por su pueblo, nos informaron acerca de su visión de la escuela como un arma contra la ocupación, de los traumas generalizados entre la población y de las dificultades para estudiar o acceder a la sanidad por culpa del muro.


Por último el Teatro de la Libertad, un talentoso proyecto surgido del tesón de una mujer israelí, Arna, y de su hijo, Juliano, continuador de su trabajo enfocado a ofrecer magia a la población y una herramienta más de resistencia. “La III Intifada será cultural”, nos decían. En 2002, durante invasión israelí de Cisjordania, la ciudad de Jenín fue de las que más resistencia ofreció. Todos los actores que trabajaban con Juliano fueron asesinados. Hoy el Freedom Theatre tiene unos 100 alumnos, montones de voluntarios occidentales, alrededor de 25 personas trabajando y dos funciones al año (la primera fue Rebelión en la granja adaptada a Palestina).


miércoles, 14 de octubre de 2009

Guatemala: los homicidios no deben quedar impunes

Londres.- Amnistía Internacional pide a las autoridades guatemaltecas
que investiguen exhaustivamente los homicidios de dos trabajadores
rurales indígenas muertos por arma de fuego en incidentes distintos en
las últimas dos semanas.

Un trabajador rural murió y dos resultaron heridos el 12 de octubre
cuando un hombre armado no identificado disparó contra una multitud de
trabajadores rurales indígenas que se manifestaban en la ciudad de
Guatemala para protestar contra la política agraria del gobierno, según
han informado organizaciones de defensa de los derechos.

Anteriormente, el 27 de septiembre, un hombre indígena murió a manos de
–según testigos– guardias de seguridad de la Compañía Guatemalteca de
Níquel (CGN), filial de la empresa canadiense HudBay Minerals Inc. El
homicidio se produjo cuando los residentes locales se agruparon para
oponer resistencia ante un posible desalojo forzado.

Testigos y activistas de defensa de los derechos humanos han manifestado
que, durante aquel incidente, los guardias dispersaron con violencia a
los miembros de la comunidad local en El Estor, departamento de Izabal,
en el nordeste de Guatemala.

Según declaraciones de testigos, los guardias de seguridad de CGN
apuñalaron a un maestro local, Adolfo Ich Chamán, con un machete, y
luego dispararon contra él y lo mataron.

Otras siete personas de la comunidad local resultaron heridas de bala,
según indican los informes, durante el violento incidente.

HudBay Minerals Inc. ha negado haber amenazado o haber llevado a cabo
desalojos forzados en la zona, y afirma que los manifestantes atacaron
vehículos gubernamentales, saquearon una comisaría, robaron armas,
atacaron un hospital patrocinado por CGN e hirieron a miembros de sus
fuerzas de seguridad.

HudBay Minerals Inc. también ha dicho a Amnistía Internacional que no
cree que hubiera personal de CGN implicado en la muerte de Adolfo Ich
Chamán.

“La violencia debe investigarse y los responsables no pueden quedar
impunes”, ha manifestado Javier Zúñiga, asesor especial de Amnistía
Internacional.

Amnistía Internacional escribió a las autoridades para instarlas a
investigar e identificar a todos los responsables de actos violentos
producidos en el contexto de una disputa en El Estor.

“Las denuncias son muy serias y Amnistía Internacional pide que se lleve
a cabo una investigación inmediata, exhaustiva e imparcial sobre la
muerte de Adolfo Ich Chamán y otros incidentes violentos, que se hagan
públicos sus resultados y que se lleve a los responsables ante la
justicia”, ha manifestado Javier Zúñiga.

Información Adicional
En la comunidad de Las Nubes viven unas 120 personas (20 familias) del
grupo étnico maya q’eqchi.

La comunidad lleva varios años en disputa con CGN por la propiedad de la
tierra en la que vive.

Amnistía Internacional ha instado reiteradamente a las autoridades
guatemaltecas a poner en práctica reformas judiciales, legislativas y
políticas destinadas a eliminar el patrón habitual de injusticia que
parece favorecer a los grandes terratenientes, a menudo muy ricos, en
detrimento de los trabajadores rurales pobres y, en su gran mayoría,
indígenas.

Los trabajadores rurales indígenas se enfrentan a unas vías inefectivas
para resolver las disputas laborales, un sistema de justicia lento y
unos sistemas inaccesibles e inefectivos de resolución de los conflictos
de tierras.

La falta de acceso a reparación jurídica se ve agravada por la ausencia
de diligencia debida de la fiscalía y las autoridades judiciales a la
hora de investigar de forma exhaustiva las demandas judiciales que
buscan conseguir un desalojo forzado, y en su lugar autorizan desalojos,
a menudo tras considerar superficialmente los hechos y el contexto.

El Estado no ha abordado la enorme disparidad en el acceso a asistencia
letrada entre los terratenientes y las comunidades de trabajadores
rurales marginadas.


/// FIN

lunes, 12 de octubre de 2009

Lisboa

09-10 Lisboa 274

Tan pronto te ves pagando sonrisas + IVA en el restô...

09-10 Lisboa 223

...como comiendo bifanas e imperiales por cuatro duros.

09-10 Lisboa 061

Tan pronto te encuentras en el macrobar de Bairro Alto...

09-10 Lisboa 113

...como mendigando tus derechos a porteros de discoteca.

jueves, 8 de octubre de 2009

Viaje a Palestina. Día 7 (3). Agua.

(Ay, libreta, cuánto polvo estás cogiendo. Es lo que tiene a veces estar más liao que un zarajo)

Belén


Dicen que el agua, el oro transparente, provocará conflictos y guerras en el futuro. Se equivocan: ya las está produciendo. Tanto en los Altos del Golán como en toda Palestina, el gobierno israelí promociona el saqueo de este recurso, discriminando en su acceso a los suyos (precios cuatro o cinco veces menores y suministro ilimitado) y a los "otros". Lo pudimos comprobar en la sede de Palestinian Hidrology Group (PHG) en Ramallah, otro de los encuentros del día séptimo, como lo haríamos una de las últimas jornadas en la región siria ocupada del Golán. También lo comprobaríamos en Nablús, donde durante un día no dispusimos de agua en la casa que compartíamos, pese a que disponía de un tanque de almacenamiento. Nunca se sabe cuándo cortarán el chorro. Lo cierto es que con ello hacen un buen negocio. No es de extrañar que, al parecer, el organismo encargado del agua en Israel tenga los mismo poderes que su banco central y un presupuesto mayor.

También en esto, por cierto, tiene algo que decir Jordania. Os lo va a contar David. Dado que el tiempo en las últimas semanas en Ciudad Real parece contraerse y que hay gente que escribe con bastante más propiedad que uno, os voy a dejar con un artículo que hace unos días se publicó en el periódico digital Soitu, redactado por uno de mis compañeros de viaje en Palestina y periodista:

[...] Según Rabí, Palestina sólo recibe el 8,2% del agua de la zona, frente al 57,1% que toma Israel o el 34,7% que usa Jordania, pese a contar con el 50% de las aguas superficiales y acuíferos de la zona. La situación en Cisjordania se agravó con la ocupación tras la guerra árabe-israelí de 1967, ya que las leyes militares que impuso Israel impidieron la perforación de nuevos pozos hasta la llegada de los acuerdos de Oslo. Ayman cree que los asentamientos y el muro han agravado la situación y, una vez más, lo avala con cifra: los cerca de 300.000 colonos israelíes que viven en Cisjordania consumen 75 millones de m3, frente a los 130 millones de los tres millones y medio de palestinos. Es decir 780 litros por persona frente a 192 litros. Cuatro veces más. [...]

Más en La guerra del agua en los territorios palestinos