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jueves, 8 de enero de 2009

Cultos (II)

Ayer me preguntaba un maestro ¿no es cierto que el Cristianismo vino de España? Entonces ¿por qué allí apenas ya creen y nosotros mantenemos tanto la fe?. No supe qué contestarle.

Hoy tuvimos una conversación con un lugareño, de esas que raras veces se dan, profundizando sobre el tema de la presencia absolutamente desmedida de iglesias evangélicas, venidas hace décadas de los EEUU y ya arraigadas. Nos ha contado algunos entresijos de estos negocios de la fe (como todos, vaya, pero más evidentes de lo que estamos acostumbrados).

El crecimiento en número de templos en los que se imparten servicios o cultos repletos de cantos, lloros y bailes extasiosos es notable. Le he preguntado por esta cuestión. Al parecer las disputas por el control del poder dentro de estas iglesias lleva habitualmente a su ruptura y al nacimiento, por tanto, de otras.

Los feligreses pagan religiosamente su diezmo (como es evidente el 10% de su salario), que es invertido en remodelar el templo, en buenos equipos de sonido, baterías, guitarras, etc. y en el estupendo sueldo del pastor. Quien no paga es expulsado, a no ser que pueda compensar la exención de este impuesto ofreciento maíz, frijol o su mano de obra en los constantes arreglos del edificio a capricho del líder.

Los pastores no sólo cobran un buen sueldo sino que son objeto de regalos por parte de los fieles, más aún si acuden a alguno de los muchos encuentros en el propio país, en EEUU o incluso en España. A uno de ellos, a la vuelta de un viaje por norteamérica, le compraron, previa colecta entre sus muy humildes seguidores, un coche último modelo. No le hacía falta. Ya tenía varios. Dicen que mucha gente se empobreció con este y otros gastos.

Bastantes padres y madres, sobre todo estas últimas, pasan la inmensa mayoría de su tiempo no laboral en el templo. Dejan a los niños pequeños a cargo de los de mediana edad y se desentienden (así señalan algunos) de su educación. Hay bastantes maestros que trabajan fuera de las escuelas oficiales en colegios evangélicos. Algunos por ganarse un sueldo extra. Otros por pura devoción. Incluso los hay que son pastores. ¿Por qué pues desde los púlpitos no se incide en la importancia de la educación para el desarrollo de la población?. Parece que no interesa. También parece evidente que no interese.

Luego está la doble moral de muchos de estos profesionales de la Biblia. Machacan hasta la saciedad en sus sermones con prohibiciones de los placeres y/o vicios, que ellos mismos esconden. Aunque no a todos.

Cultos (I)

5 comentarios:

JoPo dijo...

dejas bien clara la realidad de la iglesia. no es mas ke una secta ke ha conseguido su proposito.

una lacra y una gran mentira

Anónimo dijo...

¡Madre mía que panda!

Noelia CP "Las Ranas" dijo...

madre miaaaaaaaaa
estoy hasta dejando de creer en la catolica como pa meterme en otra...pero vamos q estos tienen un poder de conquista q ni los romanos... una amiga a caido en sus manos y no creen en la VIRGEN!!
protestooooooooooooooooo
FELIZ 2009
VIERON LAS NEVADAS POR ESPAÑA???

prueba dijo...

Si, es increible como el fanatismo puede llevar a la ceguera a pueblos enteros; pero me resigno: ¿Dónde está la capacidad del ser humano de cuestionarse? ¿De preguntarse si eso lo que le dicen es verdad o no? ó es que hay tanta desesperanza en la vida, en la humanidad que "Todo dios vale", ó hay tanta necesidad de creer en algo que uno no se cuestiona si aquello es la pura verdad?.... mmm

Este mismo fenómeno, se repite en otros países en A.L. p.ejem. en Bolivia, pero no estan solos, tras de sí, llevan mucho poder político y un perfecto estamento de lavado de cerebro - manipulación de masas, donde se anula al individuo para sumarlo a la MASA dormida manipulable. Asi no más es.

ASR dijo...

estoy en casi todo de acuerdo, excepto con Noecrof... Lo de la virgen es bastante inverosimil.

Salud!