En 'Consume Hasta Morir'

El jueves pasado, antes de comenzar el acto de inauguración de la primera escuela de educación especial oficial (o sea pública) de Guatemala tomé unas fotos del bello paisaje que me rodeaba, roto por un cartelón de Coca-Cola. Buscaba ese contraste entre la espectacularidad de la naturaleza y la contaminación de la publicidad del agua sucia del imperialismo americano. Luego, después de que me lo hicieran ver, me percaté de lo que realmente aparecía en esa valla publicitaria.

Ayer publiqué una de esas fotos en Dichosa Daguerrotipia. Se trata de la entrada al municipio de Santiago Atitlán (Sololá). La municipalidad reutilizó un cartel de Coca-Cola para fomentar el respeto al medio ambiente y la recogida de basura. La envié a los administradores de Consume Hasta Morir, una página muy recomendable sobre contrapublicidad que sigo desde nuestros inicios en esto de blogofilia, tras la que está Ecologistas en Acción. Y hoy la han publicado.