Alguien me ha recriminado, y con razón, que pusiera en el último post eso de asqueroso planeta. Es cierto que el planeta no tiene culpa, el pobre, del daño que la humanidad le provoca; y que hay hombres y mujeres capaces de realizar la mayores atrocidades, pero también las mayores heroicidades.
Son momentos que tiene uno de rabia y que, en vez de quemar un contenedor o golpear la cabeza contra la pared, procura disolver escribiendo una de esas improvisadas entradas. Y, por supuesto, que hay que estar atento a todo lo bueno que nos rodea. De hecho aquí es más fácil, al menos para mí, tener más momentos buenos que malos. La alegría y la belleza se pueden encontrar en muchos sitios y de muchas maneras. Por ejemplo, la que se vivía y veía en la calle de la imagen.
P/S: Y al pelo me viene esta canción de La Gran Orquesta Republicana, a la que junto a Extremoduro y su Ley Innata, vengo escuchando mucho estos últimos días:
Son momentos que tiene uno de rabia y que, en vez de quemar un contenedor o golpear la cabeza contra la pared, procura disolver escribiendo una de esas improvisadas entradas. Y, por supuesto, que hay que estar atento a todo lo bueno que nos rodea. De hecho aquí es más fácil, al menos para mí, tener más momentos buenos que malos. La alegría y la belleza se pueden encontrar en muchos sitios y de muchas maneras. Por ejemplo, la que se vivía y veía en la calle de la imagen.
P/S: Y al pelo me viene esta canción de La Gran Orquesta Republicana, a la que junto a Extremoduro y su Ley Innata, vengo escuchando mucho estos últimos días:
2 comentarios:
No te preocupes es normal. Hay días en los que cogería una mochila y me iría a lo alto de una montaña, escapando de todo lo que se parezca a humanidad. Otras veces estoy como tú ahora: valorando todo lo que de maravilloso tiene este planeta y la mayoría de la gente.
Salud.
El blog es una buena válvula de escape para estas cosas. Saludos Miquelet
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