.../Barreras/Contrabarreras/Filas 4 a 16
Es lo primero que veo cuando me adentro en la plaza de toros de Alicante, la primera que piso en mi vida. No puedo evitar pensar en la célebre y salvaje canción Alégrame el día. La arena, las banderas que visten el contorno del ruedo, el burladero, todo me transporta a los años de infancia en que me tragaba las corridas que echaban por la tele con uno de mis abuelos, hasta que se quedaba dormido y podía cambiar de canal. Solo que esta vez la banda no toca pasodobles. Hoy actúa Joaquín Sabina.
Nunca lo he visto. Tengo algunos prejuicios en cuanto a que su
y en cuanto a su actitud pero me sobra ilusión por escuchar en directo esas canciones que me acompañaron sobretodo en los años de universidad. Comienza puntual el concierto y uno tras otro los temas se van sucediendo con fuerza, con energía; la voz quebrada del poeta aguanta el tirón. Me encanta cómo interpretan Ahora que…. Después viene un receso. El protagonista sale del escenario y pasa el relevo a Pancho Varona, éste a su vez lo cede a Olga Román y Jaime Asúa (ex – guitarrista de Alarma!!!) que entonan Marilyn. El controvertido cantante vuelve al escenario. Con más fuerza si cabe. Mis temores iniciales se diluyen.
El espectáculo es aliñado con rimas y bromas, como cuando dice: Panchito Varona se volvió a caer ayer del cocotero y yo tengo una laringitis aguda, pero aquí estamos, no como otros. La referencia a la cancelación de los conciertos programados para este año en España de los Rolling Stones provoca el aplauso general. El público está completamente entregado, y eso que hace poquitos meses pudieron disfrutar de otro concierto en la capital alicantina. Se pueden observar banderas tricolor, gentes de varias generaciones y muchos sombreros negros, que se venden como churros en los diferentes tendidos.
Ahora es el turno de Antonio García de Diego, productor y compositor habitual de las músicas junto a Varona, que viste sotana y un gorro turco. Imagino que haciendo un guiño a las fiestas de moros y cristianos de la citada ciudad. Canta a la vez que toca el órgano A la orilla de la chimenea. Sin duda es la mejor voz masculina de los allí presentes. Porque claro, Olga Román parece un ángel (o un demonio) cuando canta Y sin embargo te quiero y a mí al menos me eriza el vello y me acuerdo de Eva e Inés.
Después de albertuchos, deltonos, extremúsikas, cabramecánicas, javierkrahes, siniestrototales y demás bandas que han sido la salsa del pasado curso escolar, éste se puede considerar un buen plato introductorio para el que empieza.
Lo bueno de los años es que curan heridas, lo malo de los besos directos es que crean adicción. (J. S.)
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