La burocracia perjudica seriamente la salud

Ella muy amable se acerca un día de buenas a primeras. Me pilla por banda y me come la cabeza con esto y lo otro. Representa a un sindicato. Toda la información del mundo sin problemas en un plis. Pásate, te cuento y luego si eso te afilias, que tiene muchas ventajas. Al día siguiente me paso, pregunto y escucho. Pero no me afilio.

Voy a contrastar la información con la administración. Una hora de espera. Casualmente fui en la hora del café. El edificio de 8 plantas se encuentra prácticamente vacío. Vaya, los de Barrenengoa se tienen que estar forrando con esta gente. Por fin alguien me atiende. Le explico. Se ríe. Me jode, pero sigo preguntando. Dice que eso que ellos me han expedido no vale, que hace falta otro papel que dice lo mismo y que también me expiden ellos (esto es algo así como si no valiera el ticket del supermercado para pedir una devolución, sino que fuera necesario un ticket del mismo supermercado por cada producto). ¿Y lo de los cursos?. - Mira, éste te lo aclarará todo mejor, es el presidente del tribunal de baremación. Coño- pienso- he dado con la persona perfecta. Saldré de dudas.

Al tío se le ve como con prisas (probablemente excitado por los doce cafés que lleva hoy). Empiezo a sospechar a qué se debe su actitud tan apresurada y poco amable. Intuyo porqué se va por los cerros de Úbeda. Sé porqué me responde a lo que no le pregunto: No tiene ni puta idea. Pero ya que le tengo le intento sacar la máxima información. Su última respuesta es - guardándome los papeles que le acabo de entregar sin ni siquiera mirárselos- si no me falla la memoria es así. Se va, vamos, me echa y no dice ni mú. Yo las formas las mantengo, digo hasta luego y recibo un silencio por respuesta.

Si hubiera tenido más agallas le habría montado un pollo. No me habría ido hasta que no me hubiera despejado todas las dudas. Hasta que me convenciera de algo y no me dejara peor de lo que estaba.

Llego a casa y comparo lo que me dijo la del sindicato y el jerifalte a nuestro sueldo. De 7 cursos sólo 3 coinciden en la apreciación de ambos expertos sobre el apartado en el que han de incluirse en el concurso. Ahora ¿qué hago?. ¿En quién confío?

Esto ocurrió el pasado martes. Hoy he vuelto a por un certificado. Primero me dicen pregunta por fulanito. Me indican su despacho. Cuando entro, pregunto por él y me dicen está desayunando. Eran las 13:30.