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viernes, 8 de septiembre de 2006

Expresiones libres

Libre expresión: Acaba de pasar por mi calle una procesión y se me ha puesto el vello de punta. No sé decir si por observar otro año más la presencia de las Fuerzas de Seguridad del Estado, no escoltando sino participando en la misma (¿os acordáis de aquel policía local que se negó a ir a misa y desfilar en las procesiones?) o por la emoción que los instrumentos de viento y la percusión me han provocado. Y es que la música es un arma potente. De ahí que se haya usado a lo largo de la Historia, no ya para el disfrute, la fiesta o la celebración sino para que la sensibilización que induce en el humano medio fuera acompañada de mensajes políticos y estos calaran en las masas, véanse marchas militares, himnos nacionales o de partido e incluso para ejercer torturas (guantanamera, guajira, guantanamera).
Me ha dado miedo, porque según me asomaba al balcón iba sintiendo algo por dentro, como si algún dios me llamara. Ya ha pasado, no se escucha más que el ruido de los coches. He reflexionado: hoy estoy demasiado sensible. Esto es producto de la resaca. Bebo agua a ver si se me pasa...
... sigo siendo agnóstico apático

Libre expresión: Que dejen a Pepe Rubianes llevar su obra al Teatro Español. Que se exprese, la cague, rectifique, se explique y se vuelva a expresar.

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Buenísimo. Al final vas a abrazar la verdadera Fe y la ley de Dios. Justo lo que yo abandoné hace no tanto.Háztelo mirar. Por un psiquiatra.

El hombre que era Jueves dijo...

Decía Woody Allen en una de sus películas algo así:"Al escuchar a Wagner, me entraban ganas de invadir Polonia".

Es cierto que la música ejerce un fuerte influjo sobre la conciencia metafísica del ser humano. Precisamente ayer estuve en un bareto de Sevilla que se llama "el Tunel". Un bareto heavy que nada tiene que ver con la magnífica obra literaria de Ernesto Sábato.

Se llama "el Tunel" porque probablemente se trata de un hueco socabado en medio de la calle Castilla, cerca del pasillo de la inquisición, donde las brujas que quemaban antaño ahora se disgregan plácidamente por sus alrededores, embriagadas por la noche y el alcohol.

En este bareto se entra dando un empujón a unos portalones de chapa. Entras y te encuentras una atmósfera oscura llena de seres melenudos con machas calvas, auténticos nostálgicos del heavy. Y lo peor que puedes decir aquí es que el heavy ha muerto.

El barman es un tipo greñudo también. Sirve copas, pone música, mientras toca una batería invisible. A veces una guitarra. La música te entra por los oìdos y se instala en cada nervio de tu cuerpo. Comienzas a pegar convulsiones espasmódicas. Lo único que se mantiene en equilibrio entonces es tu cerveza o lo que estés bebiendo. Y tu conciencia metafísica te dice: "Yeeeeeeaaahhh...!"

Carol dijo...

viento y percusión? que tortura, la banda municipal????

Y de resaka... ya te cagas... yo que tu le daba al coñac mañanero porque esoo no se supera facilmente...

Alana dijo...

Está bien eso de que seas agnóstico y te haya impresionado una procesión... pero vamos que lo entiendo, porque a mi también me ha pasado y es lo que dices, la gente, la música, las fuerzas de seguridad, en tu caso, crean un climax q despierta algo

Un saludo

El hombre que era Jueves dijo...

Protágoras decía algo así: "sobre Dios (o los dioses), no puedo saber nada, porque existen dos causas que me lo impiden: la brevedad de la vida y la oscuridad del asunto".

Yo también me considero agnóstico. Nunca diría que Dios no existe, como diría un ateo, sino que la cuestión de Dios para mí deja de ser "necesaria", aunque nunca intrascendente.

Me gusta oir a los Testigos de Jehová, a los Mormones, a creyentes de cualquier credo en general. Me resulta incluso curioso lo que yo llamo "fenómenos de fe", esa cierta actitud o necesidad de creer en algo superior, abstracto e intangible, o en un futuro de promesas ideales.

Por esto último, pienso que la fe si que es necesaria, como razón teleológica con respecto a la voluntad. Me explico. Si estudias una carrera, por poner un ejemplo, tienes que tener fe en que la vas a acabar, o que te va a servir para desarrollarte como persona o si no, al menos en el ámbito laboral. Es por esto que en cada proyecto de vida que una persona idea, la fe es necesaria en tanto en cuanto estimula la voluntad hacia el desarrollo de este proyecto. Se tiene fe entonces hacia ciertas determinaciones propias e incluso ajenas, puesto que también se necesita creer en los demás.

Lo que resulta curioso es cuando se dan entonces estos ciertos "fenómenos de fe" cuando la fe actúa sobre cuestiones aparentemente irracionales o que están sujeta a la convicción de un plan espectacular o a las dotes persuacivas de un grupo de poder. Sectas no teológicas (como anway o citysoluciones), idearios políticos, campañas publicitarias, planes de inversión...

Anónimo dijo...

Hay ..... si al final mi niño creo en Dios, ha salido esa venilla católica o sensible.
Tu amiga