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viernes, 4 de diciembre de 2009

Donde el hombre medicina


9.15. Entrada al Hospital General. Un señor se me acerca y dice pero hombre, ¿por qué no ha llegado hasta donde las ambulancias?. Yo cuando traigo a mi hija lo hago así. Te va a costar mucho llegar con las muletas. - No se preocupe, así hago algo de ejercicio. - Ah, bueno. Es que a los gitanos no nos gusta andar. -¿?

9.30. Sala de espera de Radiodiagnóstico. De la puerta 7 sale una mujer. Me nombra. Paso. Ponlo así, gira asá. Veo a la señora del revés por la ventana. La escayola se me clava en la articulación y pienso en la trombosis. Listo.

10.19. Sala de espera de Traumatología. Mi chófer dice: el colmo de la puntualidad es que te llamaran a y veinte. Nos habría salido la mañana perfecta. Se abre una puerta.

10.20. Consulta 87 de Traumatología. El médico examina la radiografía. Corta la venda. Quita la escayola. La enfermera observa. Tienes el dedo roto para 3 ó 4 semanas más pero puedes ir apoyando con cuidado el tacón o el pie plano. No es que sea plano, es que así he de ponerlo. Adiós a los moratones en la barriga, adiós (espero) a la muñeca derecha abierta por culpa del peso soportado.

10.30. Mesa de citaciones de trauma. Mientras mi chófer y yo nos felicitamos por el buen trato recibido y la puntualidad palestina, una mujer grita en otra mesa ¡Quién me paga a mí el autobús!.

11.05. Cafetería. Una pareja “despistada” se lleva la bandeja con los cafés y las tostadas antes de pasar por caja. Oiga, disculpen, tienen que pagar. Cara de estupor. Vaya, perdone, no hemos caído.

12.30. RNE1. De regreso al pueblo un estudiante de un colegio religioso dice en el Parlamento que los sindicatos le bailan el agua al gobierno. Le cortan la palabra. Pienso dos cosas: Deberían haberle dejado terminar la frasecita. Los sindicatos no le bailan el agua al gobierno, sino al sistema.


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