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jueves, 24 de diciembre de 2009

R.I.P.

peques6


A mediados de 2006 Lackland y Agnóstico Apático, amigos desde los 3 meses de edad y residentes en diferentes puntos del mapa ibérico, decidieron hacer confluir nuevamente sus relatos existenciales, aunque se tratara de manera meramente virtual. Así nació La mancha en la libreta, con un reparto equitativo en las responsabilidades de la cooperativa. Un día tu, un día yo.




Con el paso del tiempo, Lackland aprendió a realizar actividades más productivas con su tiempo libre, como la esgrima o el casarruralismo y se desenganchó de la blogosferina. Apático mantiene la adicción y, una vez cambiado el nombre en el registro civil, transformada la tapa de la libreta manchada y transportada a un dominio propio, esperemos, más público y libre, se propone continuar con este vertedero del producto de reacciones químicas comunes, ácidos cerebrales en constante interacción.


Hoy mueren dos blogs y nace uno con toda la buena o mala, rica o pobre experiencia de ambos debidamente importada y archivada. Realmente esto no es más que un lavado de cara, motivado por una pizca de principios y algo de gusto por la aventura: ACIDO, ERGO SUM.




A pesar del cambio de nombre seguirá siendo agnóstico apático, adicto a la música de modé, escéptico (a ratos) y ecléctico, activista y funambulista. El recién iniciado camino en el arte de la daguerrotipia lo seguirá cultivando y mostrando, pese a la repentina muerte del blog en el que hasta ahora lo hacía.

Háganme el favor de cambiar ese link, ese feed, ese rss, para seguirnos leyendo. Agradecido.

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