Jornadas de evaluación JJCC '07

-¿A qué vais? ¿en qué se gasta los cuartos la Junta? ¿en solucionarle los problemas a los negritos? Y luego está mi calle mal asfaltada y mi hijo en el paro...
-Yo no sé para qué queréis comer mal y pillar enfermedades, con lo bien que se está en Benidorm.
- ¡Qué disgusto tienen que tener tus padres!, chico.


A lo largo de este fin de semana, en el Castillo de San Servando de Toledo, se han celebrado las jornadas de evaluación del programa Jóvenes Cooperantes de Castilla-La Mancha 07. Hemos participado en diferentes debates y trabajos en grupo con el fin de destacar los aspectos positivos y negativos del programa, además de proponer modificaciones en algunos puntos del mismo.

Cuando las cosas se hacen bien hay que decirlo. Y Castilla-La Mancha, según sabemos, es la comunidad autónoma que más pocentaje de su presupuesto destina a la cooperación internacional. Se ha llegado al 0,7% de los ingresos corrientes, aunque las ONGD's exigen que se llegue al 0,7% del presupuesto total que distaría bastante de la cifra actual.

Las jornadas creo que, en conjunto, han sido muy positivas pero calificar este programa globalmente sería muy complicado y quizás sea a largo plazo cuando se pueda observar si el objetivo de sensibilizar a la población de la región (no sólo a los jóvenes cooperantes) en una cultura de solidaridad se cumple. Hay quien piensa que la modalidad B (curso de iniciación a la cooperación de un mes) sirve para poco, que supone una carga para algunas organizaciones que se ven casi obligadas a recibir a un grupo de jóvenes una o dos veces al años en sus zonas de actuación. Puede que haya que darle un enfoque distinto pero no cabe duda de que hay un antes y un después para muchas de las personas que tienen el inmenso privilegio de viajar a un país empobrecido y palpar, ver y oír lo que allí sucede, así como iniciarse en el desconocido mundo de la cooperación internacional, conociendo proyectos concretos sobre el terreno. Habrá quien exprima más o menos la naranja que se nos da, pero todos sacan algo de jugo con el sólo hecho de participar. Ayuda que la ONGD con la que uno se vaya se preocupe por la formación previa y por unas actividades adecuadas. Un 10 para EMIS.

Ya se ha publicado la convocatoria de este año y se ha abierto el plazo para presentar las solicitudes. En este enlace se pueden encontrar formularios e inscripción on-line.

El sábado por la mañana el vicepresidente de la Junta, Fernando Lamata, no nos soltó el previsible mitin acorde con las fechas en las que nos encontramos. Qué queréis que os diga: a mí este hombre me cae muy bien. Su discurso, perfectamente estructurado en su memoria y para el que no requirió de un sólo papel, fue original y me resultó muy interesante. Terminó con este poema del poeta cubano Nicolás Guillén.

La sangre es un mar inmenso

La sangre es un mar inmenso
que baña todas las playas...

Sobre sangre van los hombres,
navegando en sus barcazas:
reman, que reman, que reman,
¡nunca de remar descansan!

Al negro de negra piel
la sangre el cuerpo le baña;
la misma sangre, corriendo,
hierve bajo carne blanca.

¿Quién vio la carne amarilla,
cuando las venas estallan,
sangrar sino con la roja
sangre con que todos sangran?

¡Ay del que separa niños,
porque a los hombres separa!
El sol sale cada día,
va tocando en cada casa,
da un golpe con su bastón,
y suelta una carcajada...

¡Que salga la vida al sol,
de donde tantos la aguardan,
y veréis cómo la vida
corre de sol empapada!

La vida vida saltando,
la vida suelta y sin vallas,
vida de la carne negra,
vida de la carne blanca,
y de la carne amarilla,
con sus sangres desplegadas. . .

¡Los niños, fascinados,
se van levantando,
y rodean a la madre,
que los abraza formando un grupo con ellos,
pegados a su alrededor. Continúa!:

Sobre sangre van los hombres
navegando en sus barcazas:
reman, que reman, que reman,
¡nunca de remar descansan!

Ay de quien no tenga sangre,
porque de remar acaba,
y si acaba de remar,
da con su cuerpo en la playa,
un cuerpo seco y vacío,
un cuerpo roto y sin alma,
¡un cuerpo roto y sin alma! . . .

recitado por Nicolás Guillén