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lunes, 22 de febrero de 2010

La 13-14

Cabra mecánica, planta baja, granada


Foto del concierto de La Cabra Mecánica en el Planta Baja de Granada.


Pues he aquí mi pequeña crónica crítica y un par de reflexiones sobre el concierto del pasado sábado en Ciudad Real.

Para que se hagan una idea había más de 8.000 personas ansiosas por escuchar fundamentalmente al segundo de los grupos, Fito & Fitipaldis, cabeza de cartel indiscutible.

Miren que soy puntual y me ponen nervioso las esperas, de las cuales no me libro porque aún me pone más nervioso ser el objeto de la espera, pero entrar al recinto en cuestión a las 20.31, tan sólo un minuto tarde, y que ya lleven media canción, me parece un exceso casi ofensivo.

El concierto de la Cabra fue bueno, intenso y demasiado corto. No les quedaba otra que ser intensos porque exactamente 55 minutos más tarde se retiraban del escenario. Luego hubo una larga espera que, digo yo, se podía haber aprovechado para que Lichis y compañía se tocaran algún que otro tema más. El escenario estaba prácticamente listo y no hubo mucho movimiento sobre el mismo durante ese lapso. Nos hicieron la 13-14.

Faltó que el público acompañara, pero era normal, pocos iban con la idea de dar calor a los teloneros. Inevitablemente comparé con el último concierto de LCM al que asistí en Granada. No hay color entre verlo en una sala pequeña repleta de seguidores que en un mega-recinto repleto de seguidores de otro .

El concierto de Fito fue también bueno, difícil que no sea así con esos grandes músicos que le acompañan. Pero es que me estaba meando. Mucho. Obviaremos las peripecias para primero ir al baño, luego intentar salir del recinto, dialogar con los porteros y, por fin, conseguir liberar la vejiga sin tener que hacer una cola de media hora. Pero no desmerezcamos el concierto y la entrega de los músicos, obligada por otra parte por el precio de la entrada. Aunque lo que más me ha hecho pensar son otras cosas.

Una es la completa complicidad con el sistema capitalista de grupos que, aunque de refilón, defiendan el concepto de justicia social. Ya no sólo es que el precio de las bebidas fuera casi 10 veces mayor del que pueden tener en cualquier tienda, sino que delegan la organización de los conciertos normalmente a empresas con grandes márgenes de beneficio y trabajadores más que explotados. Ahora la crisis vale de excusa para todo, lo que antes hacían dos técnicos ahora lo hace uno, llegando a currar 20 ó 30 horas seguidas -me lo dice un colega técnico en conciertos y festivales. Es difícil que un artista se pueda encargar de todo lo que conlleva una gira de este tipo, pero al menos podrían preocuparse, sobre todo, por las condiciones en las que algunos trabajan para ellos, también por las del público.

El otro tema es éste. La Cabra ha cometido algunos errores en su carrera que han dañado su imagen. Ya saben que esto de la imagen y las consecuentes pasiones que provoca es en la música tan importante como en la política o el fútbol. Y que algunos no perdonan haber sido comercial o rumbero con facilidad. El poder que tienen y el impacto que producen los medios y las grandes discográficas sobre nosotros es monstruoso. Tanto que no sólo dictan lo que tenemos que escuchar o no, sino que consiguen que los antisistema musicales rechacen todo aquello que haya sonado en la radio, en la tele o guste a según qué tribus. De hecho no entiendo muy bien esa relación directa entre tener calidad y ser comercial. Está claro que lo primero no es tenido en cuenta prioritariamente al promocionar una obra. Pero esto no implica que todo lo comercial sea desechable, malo. Ejemplos hay muchos, empezando por los Beatles. Esa relación es injusta y en ocasiones fruto de esa envidia tan hispana.

Y todo esto me sirve para reafirmar moderada y equilibradamente que la Cabra es el mejor del grupo que ha parido madre (discográfica) y quien diga lo contrario no tiene ni puñetera idea de música, ni de letras, ni de nada que se le parezca. ;-). Otro día hablaremos de las diferencias entre radicalismo y fanatismo. Esto viene a ser lo segundo.

Suerte, Miguelito.

SON LAS 13:14

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