Nunca está de más autoanalizarse para saber si uno es coherente con aquello que "predica", aquello por lo que, a pequeña escala, "lucha". Lo más común es darse cuenta de que no lo es del todo y frustrarse. Al igual que observando la situación de miseria y abandono de la mayoría de habitantes del planeta Tierra no es difícil entregarse al pesimismo.
Según cuentan en Platón y un ornitorrinco entran en un bar..., Leibniz argumentó a partir de la razón que éste era el mejor de los mundos posibles. También a modo de chiste nos dicen: El optimista piensa que éste es el mejor de los mundos posibles. El pesimista teme que así sea. No me convencen ninguna de las dos definiciones. Ni una cosa ni la otra. O al menos, como aquí se puede jugar un poco con la fé, no quiero creer en ellas.
Si la actitud de uno es modificable ¿por qué no pueden cambiar muchas otras actitudes y sumarse apuntando al bien común?. ¿Por qué no creer en que se puede construir un mundo mejor?. Entonces es cuando te dicen eso de la sociedad es la que es, el sistema es el que es, como si el hecho de constatar una circunstancia coyuntural fuera una condena perpetua e inmutable para la humanidad. Vale, vale, no digo que sea para mañana...
Soñar con algo difícil de alcanzar se convierte entonces en algo al margen del sentido común. Delirar, o sea: decir o hacer despropósitos o disparates.
¿Qué tal si empezamos a ejercer el jamás proclamado derecho de soñar? ¿Qué tal si deliramos, por un ratito? Vamos a clavar los ojos más allá de la infamia, para adivinar otro mundo posible*. Ejerzamos el derecho al delirio.
Según cuentan en Platón y un ornitorrinco entran en un bar..., Leibniz argumentó a partir de la razón que éste era el mejor de los mundos posibles. También a modo de chiste nos dicen: El optimista piensa que éste es el mejor de los mundos posibles. El pesimista teme que así sea. No me convencen ninguna de las dos definiciones. Ni una cosa ni la otra. O al menos, como aquí se puede jugar un poco con la fé, no quiero creer en ellas.
Si la actitud de uno es modificable ¿por qué no pueden cambiar muchas otras actitudes y sumarse apuntando al bien común?. ¿Por qué no creer en que se puede construir un mundo mejor?. Entonces es cuando te dicen eso de la sociedad es la que es, el sistema es el que es, como si el hecho de constatar una circunstancia coyuntural fuera una condena perpetua e inmutable para la humanidad. Vale, vale, no digo que sea para mañana...
Soñar con algo difícil de alcanzar se convierte entonces en algo al margen del sentido común. Delirar, o sea: decir o hacer despropósitos o disparates.
¿Qué tal si empezamos a ejercer el jamás proclamado derecho de soñar? ¿Qué tal si deliramos, por un ratito? Vamos a clavar los ojos más allá de la infamia, para adivinar otro mundo posible*. Ejerzamos el derecho al delirio.
Video realizado por Nerea Ganzarain y narrado por Eduardo Galeano para las jornadas de "Comunicación distinta entre mundos distantes". Música de "Bosques de mi mente".
* El derecho al delirio (Eduardo Galeano)
Visto en Entre Psikoeduca y Piskoloca (recomendable)
* El derecho al delirio (Eduardo Galeano)
Visto en Entre Psikoeduca y Piskoloca (recomendable)
3 comentarios:
Hola, me ha hecho ilusión encontrar un link a mi blog, pasaré despacio por el tuyo, ahora te escribo de uno que es igual pero situadio en blogspot, mantengo los dos, no se porque empece con los dos para ver con cual me quedaba pero tengo en activo los dos... jaja con el mismo contenido, llega gente distinta y hacen diferentes comentarios jajja
Saludos
Al final he decidido escribirte desde el wordpress el que tu conoces
Oye, me ha encantao este post. EStoy tan de acuerdo con todo. Pues eso, ejerzamos el derecho al delirio :)
psikoeduca, ya he localizado el de blogger también. También yo tengo otro en wordpress con los mismos contenidos pero no me atrevo a pasarme del todo por algunas desventajas que le veo... Saludos.
nata, un beso, nos vemos pronto.
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