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viernes, 4 de enero de 2008

Movimiento Slow

"Mano, hasete cargo: hay que vivir la vida, que la vida no le viva a uno."

Es una frase que en más de una ocasión me ha repetido el compañero WV. La verdad es que no se trata de una recomendación muy necesaria. Sin llegar al extremo hedonismo, solemos tomarnos las cosas con tranquilidad, buscando el placer, al loro de toda aquella actividad cultural que se produzca alrededor, procurando igualmente no dejar que las horas mueran en nuestro día a día. No se trata de estar deseando durante cinco jornadas cada semana que llegue el viernes, ni durante x horas que se acerque el momento de salir del curro, pero tampoco de dejarse estresar por un ritmo de vida sobre el que, en mayor o menor medida, tenemos algún control. No es cuestión de pasar la vida pallá y pacá corriendo como un keniano.

Hoy día encontramos corrientes culturales y religiosas de toda índole, desde los ultras kikos, que promueven las familias de reproducción masiva, hasta los tunos, tuneros y tunantes. Para todos aquells que compartan esta filosofía y que tengan ganas de pertenecer a un grupo, para los partidarios del vísteme despacio que tengo prisa, para los que, como yo, sufren la dispepsia no ulcerosa en silencio y tienen digestiones pesadas por comer demasiado rápido, he aquí el movimiento que dará sentido a sus vidas. Lo que siempre han esperado. Un club que les admitirá como socios: el Movimiento Slow.
El Movimiento Slow propone aparcar la prisa y disfrutar de cada minuto. Para ello reivindica una nueva escala de valores, basada en trabajar para vivir y no al contrario. La biodiversidad, la reivindicación de las culturas locales y un empleo inteligente de la tecnología, son algunas de sus principales señas de identidad.
Por que como dice el corrido mexicano “No hay que llegar primero, sino que hay que saber llegar”
Más en:
Slow Society
Flylosophy
Comida Lenta

Descubierto en Sr. K.
foto en Clarin

3 comentarios:

El hombre que era Jueves dijo...

Permíteme, señor Agnóstico Apático, un inciso en esto que no tiene nada que ver con el asunto de tu post. Espero que sepas disculparme.

Sólo quería decir que amo al señor Lackland como mi hermano de sangre que es, que no me he olvidado de él, que lo echo de menos, que cada vez que me coma las uvas lo haré con él en la puerta de una fiesta a la que no nos dejan entrar y encima hace frío. Lo quiero con todo el amor de mi corazón y lo echo mucho de menos.

Querido señor Lackland, ahora estoy en guerra y soy un lobo.

Besos y un fuerte abrazo, feliz año nuevo y que el destino te depare lo que merece tu nobleza.

Anónimo dijo...

La verdad que el movimiento slow (valga la paradoja) me resulta un poco ingenuo, pero también es la gracia. Todavía hay gente capaz de ilusionarse.

Me alegra ver que hay quien mira los enlaces relacionados de rebote que suelo incluir en mis textos.

Encantado de descubrir nuevos mundos.

sacris dijo...

pues me ha gustado eso del movimiento slow, creo q es dificil eso de trabajar para vivir puesto que la mayoria de la gente vive para trabajar, pero en fin... un poco de reflexión no viene mal.