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martes, 20 de noviembre de 2007

(Vivan) las afecciones pulmonares

José Manuel Caballero Bonald encontró en Espronceda (más en su vida que en su obra) la motivación para escribir y llevar una vida licenciosa.
Escribe en legítima defensa en contra de las ofensas de la vida.
Al igual que Ángel González nos relatara hace un par de semanas, empezó a leer de manera intensa cuando una afección pulmonar le obligó a permanecer en cama durante un año.
Su poema favorito: Espacio de Juan Ramón Jiménez.


Entra la noche
Entra la noche como un trueno
por los rompientes de la vida,
recorre salas de hospitales,
habitaciones de prostíbulos,
templos, alcobas, celdas, chozas,
y en los rincones de la boca
entra también la noche.
Entra la noche como un bulto
de mar vacío y de caverna,
se va esparciendo por los bordes
del alcohol y del insomnio,
lame las manos del enfermo
y el corazón de los cautivos,
y en la blancura de las páginas
entra también la noche.
Entra la noche como un vértigo
por la ciudad desprevenida,
rasga las sábanas más tristes,
repta detrás de los cobardes,
ciega la cal y los cuchillos
y en el fragor de las palabras
entra también la noche.
Entra la noche como un grito
por el silencio de los muros,
propaga espantos y vigilias,
late en lo hondo de las piedras,
abre los últimos boquetes
entre los cuerpos que se aman,
y en el papel emborronado
entra también la noche.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Hombre, yo creo que lo mas importante es la salud, por supuesto. Lo que en realidad enferma a esta sociedad urbana es la falta de tiempo. Tiempo para leer es lo que yo pediría.
Y ya puestos a pedir; libros con la letra mas grande para los lectores de transportes públicos.

Alana dijo...

Sabes una cosa... me has pegado el resfriado!! Ya te vale! Estoy aquí con la sopita y el rollo de papel higiénico ainsssss

Black dijo...

un texto muy agrdable... saludos