Europa estereotipada

Nunca ha sido Inglaterra un país de mi devoción. Por propia experiencia, me desagrada la acritud de sus gentes inglesas, su niebla inglesa, su lluvia inglesa, su arrogancia inglesa, sus borracheras de mal rollo-boxeo inglesas, su té y sus llaves inglesas. No es nada personal, ni negocios, simplemente es así. La flema británica me produce arcadas. No es cuestión xenofóbica, es que conozco a los británicos y tenemos caracteres incompatibles. La cerveza inglesa se salva de la quema.

Parece realmente que ellos mismo se han dado cuenta de lo cutre que resulta hoy en día ser inglés y según este estudio, uno de cada cinco británicos dice que debería haber nacido en Francia. ¿Francia? Bue…quizá hayamos mejorado, pero tampoco mucho…Por lo menos podrán comer croasanes, caracoles, cantar la marsellesa…

No voy a decir que deberían ser españoles, porque tal y como está la cosas, también es bastante cutrecillo, ni alemanes, por la complicación idiomática.

De todas maneras, como hoy estoy estereotípico, he decidido que lo que quiero ya no es ser, ni español, ni alemán, ni francés, ni inglés, ni siquiera europeo…yo lo que quiero es ser portugués.

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