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lunes, 20 de septiembre de 2010

Brindis al sol

Además de ser un gesto testimonial que no supondrá compromiso, también lleva implícito un punto de atrevimiento, de fanfarronada, de desafío difícil de cumplir. (ide3)
Cuando se redactó la Declaración del Milenio en el año 2000 la comunidad internacional lanzó un brindis al sol. Y no porque los ocho objetivos de desarrollo que de ella se desprendían, y que incluso podrían calificarse de poco ambiciosos, fueran inalcanzables, sino porque no comportaban un compromiso por parte de los estados firmantes de darles un rango jurídico que permitiera exigirlos ante un tribunal, como en el PIDESC, y porque no había una rendición de cuentas con consecuencias para los firmantes. No hay que olvidar que estamos hablando de cómo contribuir a hacer efectivos (parcialmente) derechos (humanos) que como tales deberían ser garantizados sin medias tintas por los gobiernos.

Hace unos días se anunciaba con alborozo que se había reducido el número de famélicos en el mundo (de 1020 millones de personas a 925). La cifra sigue siendo evidentemente vergonzosa para la humanidad. No ha recibido tan profusa cobertura la explicación de que son las buenas cosechas de los dos últimos años y el consiguiente descenso del precio de los alimentos las que han mejorado este dato y de que no se trata de un fruto de decisiones políticas. Además el objetivo de los ODM a alcanzar en 2015 era el de 400 millones de hambrientos crónicos. No nos engañemos. La posibilidad, los medios, las capacidades o recursos para acabar de un plumazo con el hambre existen.



Intermón Oxfam y Amnistía internacional han salido hoy a la calle para ofrecer la fotografía de dónde estarán los líderes mundiales actuales en 2015, año del balance final de los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM). El acto se celebra pocos días antes de la cumbre de la ONU en Nueva York (20 a 22 de septiembre) que revisará los avances de los ODM. Activistas de las dos organizaciones se han caracterizado con las máscaras de los principales líderes mundiales vestidos con uniforme de preso, para denunciar que si incumplen los compromisos de los ODM y las obligaciones de derechos humanos deberían responder y ser condenados en 2015.

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Cartel de la imagen: Todocoleccion.net

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