cabecera4

domingo, 18 de mayo de 2008

Preservad el planeta de los economistas o summersgido en la estupidez

Sorprende que de la boca o de la pluma de personajes de la talla académica del señor que en el siguiente párrafo les presentaré puedan salir tamañas pamplinas. Gracias al profesor Pedro Saez Ortega, que dio una de las mejores charlas que he podido presenciar en mi, ya no tan corta, vida (esta vez sobre Educación para el Desarrollo) pudimos escuchar asombrados como algunos de los señores que dirigen los destinos del mundo tienen la sensibilidad de una patata frita.
El señor Summers adquirió cierta notoriedad cuando siendo economista jefe del Banco Mundial, en un memorándum interno expresó que el Banco debía estimular la exportación de industrias contaminantes al Tercer Mundo y agregó que descargar los desechos tóxicos en los países de más bajos ingresos era de una lógica económica impecable, porque la vida de un habitante del tercer mundo, en términos de esperanza de vida y de ingreso per cápita, vale mucho menos que la de un habitante de un país desarrollado.

Alejandro Teitelbaum
, ¿Qué es la deuda externa? - Situación de la mujer

Lawrence Summers, economista jefe y vicepresidente del Banco de 1991 a 1996, y por consiguiente secretario de Estado del Tesoro durante la presidencia de William Clinton, declaró en 1991: «No hay (...) límites de la capacidad de absorción del planeta que puedan bloquearnos en un futuro previsible. El peligro de un apocalipsis debido al calentamiento del clima o a cualquier otra causa es inexistente. La idea de que el mundo corre hacia su perdición es profundamente falsa. La idea de que deberíamos poner límites al crecimiento a causa de límites naturales es un profundo error; es además una idea cuyo coste social causaría estupor si alguna vez se aplicara». |5|

Vale la pena hacer referencia aquí a una controversia que estalló a finales de 1991, cuando el semanario británico The Economist publicó largos extractos de una nota interna del Banco redactada por Lawrence Summers el 13 de diciembre de 1991. Dicha nota iba dirigida a seis colegas de la dirección del Banco, y quizás nunca habría llegado al conocimientodel público si un viento favorable no la hubiera hecho llegar a Greenpeace, que se apresuró a darle amplia difusión. Pero fue su publicación en The Economist lo que desencadenó el escándalo, pues la dirección del Banco se vio obligada a reaccionar. Éstos son algunos de los extractos de la nota de Lawrence Summers:

«Entre nosotros, el Banco Mundial ¿no tendría que alentar mucho más la transferencia de las industrias sucias hacia los PMD [países menos desarrollados]? (...) La medida de los costes de la contaminación perjudicial para la salud se basa en el lucro cesante debido al aumento de las enfermedades y de la mortalidad. Desde este punto de vista, una cantidad dada de contaminación perjudicial para la salud tendría que ser atribuida al país con el coste más bajo, es decir, aquel en el cual los salarios son los más bajos. La lógica económica según la cual habría que desembarazarse de los desechos tóxicos enviándolos a los países con los salarios más bajos es, a mi criterio, impecable, y tenemos que aceptarla.» |6|

Summers prosigue: «Siempre pensé que los países subpoblados de África están considerablemente subcontaminados, la calidad de su aire está sin duda “subvalorado” con respecto al de Los Angeles o de México.» |7| Y más adelante: «La inquietud [a propósito de los agentes tóxicos] será evidentemente mucho mayor en un país donde la gente vive más años y puede enfermar de cáncer que en un país en el cual la mortalidad infantil es de doscientos por mil a los cinco años.» |8|

La polémica duró varios meses, y el diario londinense Financial Times publicó en su edición del 10 de febrero de 1992 largos fragmentos de la nota bajo el título «Preservad el planeta de los economistas». |9|

La dirección del Banco hizo saber que el contenido de la nota no representaba la opinión de la institución. Por su parte, Lawrence Summers reprochó a The Economist que publicara una nota interna. A lo que el semanario respondió que si no lo hubiera hecho, el Banco no habría dado a conocer su opinión.

En el fondo, Lawrence Summers mantiene una posición productivista sin fisuras. En una carta dirigida al semanario británico, publicada el 30 de mayo de 1992, escribió que, en su opinión, aun hablando del escenario más pesimista, «el calentamiento climático reducirá el crecimiento en menos del 0,1 % anual durante los próximos doscientos años (...) Agitar el espectro de nuestros nietos empobrecidos si no hacemos frente a los problemas ambientales globales es pura demagogia». Y agregó; «El argumento de que nuestras obligaciones morales con las futuras generaciones exigen un tratamiento especial de las inversiones ambientales es una estupidez,» |10|

Éric Toussaint. Comité para la Anulación de la Deuda del Tercer Mundo

- Otras perlas sobre las mujeres

5 comentarios:

Euphorbia dijo...

Qué barbaridad!
Esto es ética y que se quite lo bailado. Yo lo mandaría a él al tercer mundo a vivir al lado de un cementerio nuclear.

Leer esto a estas horas deprime un montón.

Un saludo

Anónimo dijo...

Es que el ser universitario no excluye necesariamente ser jilipollas o estar a falta de un hervor importante. Una cosa es la adaptabilidad al plan escolar y otra ser listo a secas.
Este es tonto a la vista de sus declaraciones pero está donde se manda y eso es mas raro, pero denota que los selectos controles de recursos humanos en su país también hacen aguas.
LO QUE ME JODE SOBREMANERA ES QUE AQUÍ EN ESPAÑA ANDEMOS SIEMPRE COPIANDO LOS MANUALES AMERICANOS COMO IDIOTAS.
Que alli cualquier jilipollas llegue a presidente está demostrado, pero que copiemos aquí en casi todo ese estilo de cenutrios me pone mala leche.
Lo de la mujer, como se refiere a su madre, ni lo comento.

ASR dijo...

lo siento por las horas euphorbia... la próxima vez pondré un aviso. Estas cosas duelen, lo entiendo.

carlos... no puedo estar más de acuerdo. El título de la Universidad no anula el de gilipollas. Y lo de copiar lo que hacen los gringos es tremendo y ocurre a todos los niveles. Mira nuestras empresas como campan a sus anchas por el mundo imitando a las amigas norteamericanas...

Pocomancha dijo...

Fíjate qué curioso, él no quiere warredida en su casa y la quiere mandar a países del tercer mundo, tócate los pies...
Pensándolo bien, creo que Castilla La Mancha somos el tercer mundo en España, porque nos están haciendo un almacén de CO2, cerca de las lagunas de ruidera que ocupará cerca de 196 campos de fútbol, ya está publicado en el BOE y se llamará Almacén 5.

Anónimo dijo...

Después de 200 años de sufragismo y de calambres ováricos para demostrar que la histeria era un enfermedad, lo que hay que oír.

A parir niños en una mina le mandaba, a ver si reventaba por un ojo.