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lunes, 25 de mayo de 2009

The Yes men

Un/a activista, a diferencia de lo que algunas personas piensan, no es un/a militante de un movimiento violento o terrorista. No, que no... Para la RAE viene a ser un agitador político, miembro que en un grupo o partido interviene activamente en la propaganda o practica la acción directa. Una vez aprehendido el concepto pasemos a ver un ejemplo.

Me viene a la cabeza la famosa, y a partir de ahora de disfrute público, piscina de Pedro J. Ramírez en Mallorca. En este caso el diputado Joan Puig hace unos años practicó el papel de agitador mediante la acción directa, al llevarse chancletas, toalla y bermudas a la citada alberca como acto de protesta por las irregularidades cometidas en su construcción y uso.

Los diputados no son especialmente dados al activismo en todas sus formas, porque tienden a cogerle gustillo al despacho y al sofá, y se acostumbran a conocer la realidad a través de terceras personas (asesores y subsecretarios varios) y tomar decisiones en función de las presiones de los diferentes grupos de interés, fundamentalmente económico. Por tanto sólo les queda la parte de propaganda que se incluye en la definición. O sea que éste es un caso excepcional.

Pero a lo que íbamos no era a esto. Los Yes men son unos intrépidos activistas antiglobalización que se han conseguido colar en diferentes congresos internacionales, televisiones y universidades haciéndose pasar por representantes de la Organización Mundial del Comercio (OMC). Son tan capaces de anunciar la disolución de dicha organización en una conferencia como de justificar el reciclaje de los deshechos fecales humanos para acabar con el hambre en el mundo.
"¿Sabes cómo los espejos deformantes exageran tus rasgos más horrorosos? Nosotros hacemos esta misma operación, pero con las ideas. Nos parece bien que mientras hablamos la gente pueda ver distorsionadas sus ideas en nuestro juego de espejos. O por lo menos esto es lo que tratamos de hacer, pero resulta que esta imagen distorsionada siempre les resulta absolutamente normal."
Tras un visionado al documental que muestra algunas de sus hazañas, indagando en internet, uno se encuentra con esta historia (real, por supuesto, real).

En 1984 en la región india de Bhopal murieron alrededor de 60.000 personas por culpa de un escape tóxico en una fábrica de pesticidas de una compañía estadounidense (Union Carbide, luego Dow Chemical), que nunca respondió por la catástrofe provocada.

El amigo Andy Bichlbaum, de los Yes men, consiguió aparecer en la BBC como portavoz de Dow Chemicals. Declaró que la empresa asumiría las responsabilidades y a partir de ahí se generó un gran escándalo público. Todo hay que decirlo: hoy por hoy el juicio no se ha celebrado y la compañía anuncia nuevos productos potabilizadores para limpiar las aguas sucias del mundo, pero se niega a limpiar Bhopa.

He aquí la entrevista (en inglés)



Si quieren ahondar en el maravilloso mundo del activismo (uno) y el pensamiento altermundista (otro), no dejen de visitar estos dos blogs, nunca antes mencionados:

A de Activista

Diario de un altermundista

1 comentario:

Le Mosquito dijo...

El inglés no es mi fuerte, of course, por lo que, de momento, me quedo con esta estupenda entrada.
La misma, (el desgraciado "caso Bhopal", principalmente) me hace recordar otros episodios de apariencia menos llamativa pero también alarmantes(no siempre la toxicidad se manifiesta mediante nubes).
Ahora están intentando prestigiar la energía atómica y a muy pocos años del "caso Chernóbil. Seguramente se valdrán de argumentos para minimizar la posibilidad de que una desgracia así vuelva a ocurrir, y mientras ocultan informaciones sobre otras "menores" ocurridas aquí mismo, en España.
Me consta, al menos, una fuga de la Central de Almaraz pobremente documentada (silenciada por los medios de comunicación) y de la que aún nos queda la herencia de muchos tumores y malformaciones en bebés.
Junto al activismo del YES MEN, no es menos importante el de un manchego en su libreta, o el de Frikosal en la suya, o el de cualquier hijo de vecino que incansablemente comparte sus dudas y reflexiones con el prójimo que pille por banda.
Actuando, que además de gerundio es imprescindible.