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viernes, 29 de mayo de 2009

(((Exige Dignidad)))




En 1984, un escape de gas de una fábrica de pesticidas de Bhopal (India), mató a más de 7.000 personas y afectó a centenares de miles en cuestión de días. A día de hoy, no se han depurado responsabilidades por el accidente ni se ha limpiado la zona.

En Angola, miles de personas que huyeron de la guerra civil que asoló el país hasta 2002 construyeron casas en asentamientos informales en Luanda, la capital. Hoy, muchas de estas comunidades han sido desalojadas con violencia por orden del Gobierno.

En Perú, cientos de mujeres, niños y niñas que sufren la pobreza mueren cada año por complicaciones durante el embarazo y el parto. El índice de muertes por esta causa es uno de los más altos de América del Sur.

En Eslovaquia, muchos niños y niñas romaníes son enviados a “escuelas especiales” para personas con discapacidad mental. No se trata de lamentables casos aislados, sino de una discriminación programada que impregna a todo el sistema educativo.

La pobreza es en muchos casos inducida por la acción de Gobiernos, y también de grandes empresas e instituciones financieras internacionales. La pobreza tiene responsables, porque las violaciones de derechos humanos son con frecuencia causa y consecuencia de la pobreza.

Lo que estamos viviendo en la actualidad no es sólo una crisis económica, es una crisis de derechos humanos. La discriminación, la injusticia y la inseguridad, raíces de la pobreza, no pueden enfrentarse únicamente con medidas económicas. Los Gobiernos deben invertir en derechos humanos tanto como lo hacen para preservar el crecimiento económico.

Los derechos humanos son indivisibles y están interconectados. Los derechos económicos, sociales y culturales, como el derecho a la alimentación, vivienda, educación, salud y trabajo, están estrechamente relacionados con los derechos civiles y políticos. No se puede hacer efectivo el derecho a la libertad de expresión si no se asegura el derecho a la educación, como tampoco se puede disfrutar del derecho a la vida sin tener acceso a la atención médica básica y a los medicamentos.

Amnistía Internacional acaba de lanzar una nueva campaña global, Exige Dignidad, cuyo objetivo es denunciar los vínculos entre la pobreza y las violaciones de derechos humanos que cometen Gobiernos, empresas y otros agentes. Se trata de exigir dignidad para las personas, y conseguir que los responsables de los abusos que conducen a los seres humanos a la pobreza respondan por sus actos.

Fuente: AI

2 comentarios:

Carlos Martinez dijo...

Si vieras que pena hace pocos años la primera manifestacion contra la POBREZA en Madrid....
La convocaron decenas de ONGS y sin embargo no asistieron ni un representante por Ong. Hice pocas fotos y en todas estaban todos los asistentes.
POCO MAS DE 100 PERSONAS....por supuesto no estaba A.I,
Luego tras ese fracaso cada año ha aunmentado algo mas la afluencia, sin embargo sigue siendo la mas penosa de cuantas se realizan en Madrid pese a que para mi es quizás la mas importante de todas.
¿Y sabes lo peor?
Que saldremos de la famosa crisis y todo será igual para los muertos de hambre. Como en el caso de las guerras el ser humano no habrá aprendido nada.
Para mi la crisis la han inventado los dueños del dinero para acojonarnos a todos y seguir siendo los dueños de vidas y haciendas.
Como si no se entiende que lo primero ha sido quitar las ayudas al desarrollo del tercer mundo y ayudar a bancos y fabricantes de coches caros.....
Perdona, me he creido que seguia en mi blog.

Alfonso dijo...

Esto es una prueba, Carlos, para comprobar los comentarios del blog, pero ya de paso te contesto...

AI no estaba y probablemente no esté si no se introducen en esas manfiestaciones otro tipo de reclamaciones y enfoque. La idea no es dar más dinero, si no hacer cumplir los derechos de la gente. Quizás a partir de ahora se pueda luchar de otra manera y poder llevar a los tribunales de justicia a las empresas, organismos internacionales y gobiernos que toman decisiones conscientemente que incrementen o generen pobreza.

Un abrazo.